José Aleixandre
La valenciana ha participado en la redacción de leyes sobre Administración Pública
Carlos Alós, Valencia
Levante-EMV, 27-Oct-2008
¿Es el Hugo Chávez tan fiero como lo pintan? Ya lo conocía, de cuando fui diputada. He tenido varios encuentros con él, pero hay una desinformación interesada sobre las políticas sociales de Venezuela y siempre se pone la figura del presidente, que es controvertida. A un europeo le llama la atención, pero a los venezolanos les parece normal.
¿Cuál ha sido exactamente su función como asesora? La Asamblea Nacional mandata al presidente para legislar durante un tiempo. Se constituyen mesas técnicas y yo he estado en ellas como asesora. Ha sido muy interesante porque hay muchas cosas que podía aportar, que aquí en España serían imposibles por las reticencias.
¿Por ejemplo? Pues la ampliación de la participación ciudadana o el control social de la Administración. Y al contrario, cosas como la ventanilla única en la Administración que he incorporado a la ley venezolana.
Con Chávez existen sensaciones contrapuestas. Podría pasar por un caudillo militar y también por un líder izquierdista Es por la desinformación y porque sólo llega la anécdota. Los medios se quedan con lo que dice no con lo que hace, que es una política social que está transformando el país. Para mí ha sido muy enriquecedor, un lujo, porque lo que he aprendido como diputada lo he puesto en práctica en beneficio de un país. Aunque la política de Chávez recibe muchas críticas se ha avanzado en el acceso a la vivienda, se ha reformado la policía para acabar con la corrupción, hay leyes para luchar contra el acaparamiento de alimentos. La ONU ha dicho que Venezuela es uno de los pocos países que está actuando para garantizar los alimentos a los ciudadanos y la Unesco lo ha declarado país libre de analfabetismo. En España llevamos años denunciando el aumento del precio de los alimentos y el Gobierno no hace nada y allí sí hay un control. Se ha creado una ley para impedir la privatización del transporte ferroviario, que Chávez está extendiendo por todo el país.
Vamos, que ha vuelto encantada. Venezuela es un país que viene de 40 años de desigualdad, de pobreza. Todo eso cambiarlo cuesta mucho. Pero los barrios pobres, que son el 80%, y donde antes no había nada, tienen médico 24 horas, atención especializada y hospitales. Se ha creado una red de mercados del Estado que garantiza alimentos a precios básicos. Hay misiones educativas para acabar con el analfabetismo. Hay personas que todas las semanas cocinan para el Estado por un salario. Hacen la comida y la merienda. Se garantiza que la gente coma, estudie y tenga sanidad. Son los cimientos para transformar el país. A la gente que estudia se le da un dinero, no mucho, pero es un salario. Y esto la oposición dice que es una compra de votos y que para qué quiere estudiar la gente. Claro, analfabetos son más fáciles de manipular y sobre todo de explotar laboralmente. Pero, si estudian son más exigentes. Hay una contribución de los trabajadores a la Seguridad Social que antes no había. El Estado compra fábricas para asegurar el suministro de bienes. Ha comprado Cemex para poder construir viviendas sociales. Y eso genera riqueza porque además del petróleo el Estado tiene que tener medios para políticas sociales.
Le pregunto por la política valenciana. ¿Ya se ha recuperado del descalabro de las generales? Un partido recién nacido es normal que no tuviera un buen resultado. Ahora tenemos dos diputadas en les Corts que hacen un trabajo estupendo y representamos a una izquierda moderna. No teníamos grandes expectativas. Íbamos a dar la batalla y vamos a seguir dándola. Porque somos la izquierda que avanza y que construye y el diálogo es fundamental.
Ustedes podían pasar por recién llegados, pero el Bloc no era tan desconocido ¿no? Tampoco es un partido que en las generales logre buenos resultados.
¿Pacto o fusión entre Iniciativa y el Bloc? Estamos abiertos al diálogo, queremos tener voz en las instituciones y tampoco sería un trauma.
¿Hay margen para el tercer espacio? Estoy convencida de que lo hay. Un 10% que no se siente representado por las políticas neoliberales del PSOE ni los dogmas del PCE.
¿Volverá a Venezuela? No. Volveré a mi trabajo en Comisiones en abril, cuando acabe mi excedencia.
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